La memoria nos permite conservar nuestra identidad ya que por medio de esta función logramos revivir las experiencias de vida que nos forjaron como persona y a su vez nos permite desempeñar las actividades que realizamos en el transcurso del día.
A través de información, estrategias para aprovechar a los recursos personales existentes y con diversos ejercicios de estimulación de la memoria se persigue maximizar las habilidades presentes en las personas, brindar técnicas y estrategias de acción para ejecutar la actividades cotidianas y conservar la independencia; con el único fin de mejorar la calidad de vida.
Los talleres de memoria que se suelen dar en forma grupal o individual, se abordan desde lo preventivo para personas que desean optimizar y aprender a mejorar el funcionamiento de las habilidades cerebrales, y en personas con presencia de trastorno en el funcionamiento de la memoria para preservar y optimizar las habilidades y capacidades presentes o compensar aquellas falencias que repercuten en el desempeño ocupacional de las mismas.
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