Sexualidad en la tercera edad

Como profesionales de la salud en la tercera edad, debemos considerar a la sexualidad dentro  del abordaje para garantizar una intervención integral del adulto mayor.

En el caso de la  Terapia Ocupacional la actividad sexual es considerada una actividad de la vida diaria (AVD) que conforma el desempeño ocupacional de las personas. La misma se define como la capacidad de involucrarse en actividades para llegar a la satisfacción sexual.

La sexualidad en la tercera edad depende no sólo de los cambios fisiológicos y físicos sino de la influencia social. Por esto para hablar del tema es necesario comenzar por abolir los mitos y prejuicios que se relacionan con la sexualidad en la tercera edad, tanto de los profesionales y de la sociedad como de los propios adultos mayores.

Medidas de autocuidado que el terapeuta ocupacional puede impartir:

• Brindar información acerca de los cambios en la función sexual en la mujer adulta y en el varón adulto.
• Se requiere una mayor estimulación física en ambos miembros de la pareja.
• El momento ideal para realizar actividad sexual es por la mañana.
• Incrementar el autoestima para vivir la sexualidad plenamente.

Distintas enfermedades o situaciones como la disnea, la artrosis, la diabetes y la ingesta de medicamentos generan la necesidad de utilizar técnicas, posiciones y movimientos corporales alternativas con el fin de mejorar el placer y el disfrute de la sexualidad en la tercera edad.

Recordar que la sexualidad en más que la genitalidad, sino que es un concepto amplio e integral. Incluye la sensualidad, las caricias, un espacio de intimidad, entre otras cosas. Hay que explorar el cuerpo y las diversas fuentes de placer.

Como terapeutas ocupacionales se debe incluir la sexualidad cuando intervenimos sobre adultos mayores, considero que el rol profesional radica en lograr integrar la sexualidad como una actividad más dentro del desempeño ocupacional y brindarle al adulto mayor asesoramiento sobre el tópico.