Ejercicios con nuestras ocupaciones cotidianas para activar el cerebro. Existen muchísimas maneras de activar el cerebro y mantenerlo en forma, ya conocemos los ejercicios técnicos terapéuticos o métodos preparatorios como los que están en los cuadernillos con múltiples ejercicios (laberintos, sopas de letras, crucigramas, enigmas o juegos de razonamiento y lógica). Pero también podemos utilizar las ocupaciones significativas como forma de estimulación de las funciones cerebrales.
Hoy propongo realizar la activación cerebral y mantenimiento de las funciones cognitivas incorporando hábitos saludables, una rutina balanceada y un estilo de vida desafiante. ¿Cómo usar las ocupaciones cotidianas para activar el cerebro?
Los desafíos diarios se basan en modificar las conductas automáticas e incorporar actividades nuevas a nuestra vida, o simplemente realizar las actividades de manera diferente. De este modo el cerebro debe activarse de diferente manera para desempeñar las ocupaciones que realizamos con frecuencia.
No hay nada mejor que nuestras ocupaciones cotidianas para mantener las funciones cognitivas activas.
Los ejercicios cotidianos que se proponen son muy simples y adecuados para estimular las funciones cognitivas, de esta forma hacemos activación cerebral en la vida diaria.
Ejercicios con nuestras ocupaciones cotidianas para activar el cerebro
- Lectura: lea un artículo, subraye palabras claves e intente sustituirlas por otras sin modificar el sentido de la idea. Luego realice una síntesis de este artículo. Tache todas las letras A y D. Puede tachar los artículos como el, la, los, un, una.
- Orden y limpieza: elija un cajón, mueble, repisa o placar para ordenar, categorice los elementos que encuentre, agrúpelos por características similares. Organice el contenido por frecuencia de uso. Aproveche para tirar o donar lo que no usa. Al ir organizando los objetos trate de recordar su procedencia o la razón de ser y la importancia que tiene para usted.
- Innovación: incorpore una actividad novedosa, que no se relacione con las habilidades que utiliza frecuentemente. Ejemplo: si le gustan la lectura realice dibujos o mándalas. Si le gusta el arte puede optar por realizar lectura de cuentos cortos. Haga rompecabezas.
- Cocinar: tal vez no nos guste mucho cocinar, pero al seguir una receta se ponen en juego múltiples funciones mentales. Atención, lenguaje, calculo, memoria, funciones ejecutivas y ni hablar de las praxias, la coordinación, destreza motora fina.
- Cambio de lateralidad: utilice la mano no dominante para la realización de actividades cotidianas, como usar el control remoto, comer, lávese los dientes, peinarse, entre otros.
Mínimos cambios pueden generar grandes beneficios, esto es lo que nos proponemos al utilizar nuestras ocupaciones como activadores de las funciones cognitivas, en ocasiones dejar de hacer las cosas por inercia es un excelente estimulador cerebral.