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Terapia ocupacional y las ocupaciones

Terapia ocupacional y las ocupaciones. La terapia ocupacional estudia e instrumenta las ocupaciones humanas en pos de mejorar la calidad de vida. El marco de trabajo de la terapia ocupacional (MTTO), documento que guía y estructura el contenido y proceso de la disciplina, establece que la profesión se define como:

“Uso terapéutico de las ocupaciones de la vida diaria con personas, grupos o poblaciones
(es decir, el cliente) con el propósito de mejorar o permitir la participación”.

La creencia disciplinar se centra en la “relación positiva entre ocupación y salud y su visión de las personas como seres ocupacionales”. 

La ocupación es uno de los cinco aspectos del dominio de la disciplina. En el dominio se incluyen las áreas de conocimiento y experiencia; además de las ocupaciones, el dominio de los Terapeutas ocupacionales tiene más aspectos o elementos como ser: los contextos, los patrones de ejecución, las habilidades de desempeño y los factores del cliente. 

El dominio, previamente denominados focos de intervención, presenta cinco aspectos, que  operan para apoyar el compromiso, la participación y la salud.

Las ocupaciones, según el Marco de trabajo de la Terapia Ocupacional (MTTO), son fundamentales para la salud, la identidad y el sentido de competencia de un cliente y tiene un significado y un valor particular para ese cliente. 

Definición de ocupaciones para Terapia Ocupacional: 

“En la terapia ocupacional, las ocupaciones se refieren a las actividades cotidianas que las personas realizan como individuos, en familias y con las comunidades para ocupar el tiempo y dar significado y propósito a la vida. Las ocupaciones incluyen cosas que la gente 

necesita, quiere y se espera hacer” (WFOT,2012a, párr. 2).

En el proceso terapéutico las ocupaciones pueden ser utilizadas como un medio o como un fin, ¿Qué significa? Las ocupaciones pueden ser utilizadas como medio terapéutico para el desarrollo o mantenimiento de otros aspectos del dominio, o puede ser utilizada como fin para el desempeño de la misma. 

Las ocupaciones pueden brindar salud, cuando contribuyen a formar un estilo de vida equilibrado y funcional. O por el contrario pueden llevar a un estilo de vida desequilibrado y disfuncional. 

Las ocupaciones en el proceso de envejecimiento presentan grandes modificaciones, debido a factores sociales, biológicos y psicológicos. Hay ocupaciones que se pierden, que se transforman o que se incorporan en la construcción del balance ocupacional.

Lo importante es comprender que las ocupaciones en cualquier momento de la vida, sumado a otros aspectos del dominio, presentan propósito y significado que se traduce en identidad ocupacional, salud, bienestar y participación en la vida. 

Desde terapia ocupacional cuando trabajamos en gerontología utilizamos las ocupaciones como medio y como fin, entendiendo la importancia de la autonomía en las personas mayores, así como entendemos al cuidado como una co-ocupación. 

Podemos implementar ocupaciones de diferentes categorías, como AVD, AIVD, manejo de la salud, descanso y sueño, entre otras. Entendiendo como una ocupación puede apoyar la promoción de otras. 

Criterios para seleccionar una ocupación en Gerontología:

  • Que sea coherente con la etapa del desarrollo: debe ser congruente con la maduración física, mental,  psíquica y con las exigencias sociales.
  • Que respete los intereses individuales: deben ser acordes a los gustos y preferencias de la persona. Las ocupaciones significativas generan más adherencia al tratamiento.
  • Que presente potencial terapéutico: valorar una actividad como posibilitadora de cambio.
  • Que sea factible de ser gradual y adaptada: a través del análisis de la actividad se resuelve la graduación o adaptación de la actividad.
  • Deben ser esperadas (según el grupo etario), requeridas (tener requerimientos compatibles con la persona) y deseadas. Deben poseer propósito o ser significativas.

La elección de ocupaciones significativas y con propósito, incluyendo la participación familiar y otros apoyos posibilitan una mayor adherencia y compromiso en el tratamiento así como el sostenimiento y fortalecimiento de la identidad personal generando un incremento en la motivación y autoestima de la persona mayor.

Jimena Garriga

Lic. en Terapia Ocupacional de la Universidad de Buenos Aires, Especialista en Psicogerontología de la Universidad Maimónides, Magister en Gerontología clínica del Instituto Universitario de Ciencias de la Salud Fundación Barceló. Coordinadora de Instituciones Psicogeriátricas y de grupos de estimulación Cognitiva aplicada a la Autonomía Personal.

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